¿Qué
es el asbesto?
Asbesto es el nombre que se da a un
grupo de minerales de origen natural que existen en el medio ambiente como
manojos de fibras que pueden separarse en hilos delgados y duraderos. Estas
fibras son resistentes al calor, al fuego y a las sustancias químicas y no
conducen electricidad. Por estas razones, el asbesto se ha usado extensamente
en muchas industrias.
Químicamente, los minerales del
asbesto son compuestos de silicato, lo que significa que contienen átomos de
silicio y de oxígeno en su estructura molecular.
Los minerales de asbesto se dividen
en dos grupos principales: asbesto serpentina y asbesto anfibólico. El asbesto
serpentina incluye el mineral crisótilo, el cual tiene fibras largas, rizadas,
que se pueden entrelazar. El asbesto crisótilo es el que se ha usado mucho en
aplicaciones comerciales. El asbesto anfíbólico incluye la actinolita,
tremolita, antofilita, crocidolita y amosita. El asbesto anfíbólico tiene
fibras rectas como agujas que son más quebradizas que las fibras del asbesto
serpentina y tienen más limitación para poderse trabajar.
¿Cómo
se usa el asbesto?
El asbesto se comenzó a minar y a
usar comercialmente en América del Norte a finales del siglo XIX. Su uso
aumentó considerablemente durante la Segunda Guerra Mundial . Desde ese
entonces, el asbesto se ha usado en muchas industrias. Por ejemplo, se ha usado
en la industria de la construcción y edificación para reforzar el cemento y los
plásticos, así como aislante, en material para techos, material incombustible y
para absorber el sonido. La industria de la construcción naval ha usado el
asbesto para aislar calderas, tuberías de vapor y tuberías de agua caliente. La
industria automotriz usa el asbesto en las zapatas de los frenos y en los
discos de embrague de vehículos. El asbesto se ha usado también en las losetas
de techos y de pisos; en pinturas, revestimientos y adhesivos, y en los
plásticos. Además, el asbesto se ha encontrado en productos de jardinería que
contienen vermiculita y en algunos lápices de colores que contienen talco.
A fines de los años 70, la Comisión
de Seguridad de los Productos para el Consumidor de EE. UU. (U.S. Consumer
Product Safety Commission, CPSC) prohibió el uso del asbesto en los
compuestos para la reparación de tablaroca o cartón-yeso y en chimeneas de gas
porque las fibras de estos productos podían escaparse al ambiente durante el
uso. Además, en 1979, los fabricantes de secadoras de pelo eléctricas dejaron
voluntariamente de usar el asbesto en sus productos. En 1989, la Oficina de
Protección Ambiental de los Estados Unidos (U.S. Environmental Protection
Agency, EPA), prohibió todo uso nuevo del asbesto; sin embargo, los usos
establecidos antes de 1989 aún se permiten. La EPA estableció también normas
que requieren que las escuelas inspeccionen los edificios para la presencia de
asbesto dañado y para eliminar o reducir que los ocupantes se vean expuestos a
este material mediante el retiro o el sellado del asbesto .
En junio de 2000, la CPSC concluyó
que el riesgo de la exposición de los niños a las fibras de asbesto en los
lápices de colores era muy bajo. Sin embargo, los
fabricantes estadounidenses de estos lápices acordaron eliminar el talco de sus
productos.
En agosto de 2000, la EPA llevó a
cabo una serie de pruebas para evaluar el riesgo de los consumidores con
relación a los efectos perjudiciales para la salud asociados con la exposición
a la vermiculita contaminada con asbesto. La EPA concluyó que la exposición al
asbesto que se encuentra en algunos productos de vermiculita representa solo un
riesgo mínimo a la salud. La EPA recomendó que los consumidores reduzcan el
riesgo bajo asociado con el uso ocasional de vermiculita durante actividades de
jardinería al limitar la cantidad de polvo producido durante su uso.
Específicamente, la EPA sugirió que los consumidores usen vermiculita en el
exterior o en un lugar bien ventilado; que mantengan la vermiculita húmeda
cuando la usen; que eviten que el polvo de vermiculita se lleve a casa en la
ropa; y que usen tierra ya mezclada para plantar, la cual es menos probable que
produzca polvo.
Las normas descritas arriba y otras
acciones, junto con la preocupación generalizada sobre los peligros que
representa el asbesto para la salud han llevado a una reducción importante en
el uso anual del asbesto en los Estados Unidos. El consumo nacional de asbesto
llegó a 803 000 toneladas métricas en 1973, pero bajó a casi 2400 toneladas
métricas para el año 2005.
Riesgo de
padecer una enfermedad relacionada con el asbesto
Todo el mundo se ve expuesto al asbesto alguna vez en su vida. Se pueden
encontrar concentraciones bajas de asbesto en el aire, en el agua y en la
tierra. Sin embargo, la mayoría de la gente no se enferma después de estar
expuesta. Las personas que sí se enferman casi siempre han estado expuestas en
forma regular al asbesto, por lo general en su lugar de trabajo donde trabajan
directamente con el material o por el contacto sustancial en el ambiente.
Desde principios de los años cuarenta, millones de trabajadores
estadounidenses han estado expuestos al asbesto. Se ha reconocido el peligro
para la salud de las fibras de asbesto a las que han estado expuestos los
trabajadores de la construcción naval, de minar y moler el asbesto, de la fabricación
de textiles de asbesto u otros productos fabricados con este mineral, de
trabajos de aislamiento en la industria de la construcción y de edificación, y
muchos otros oficios. Los trabajadores de demolición de edificios, quienes
demuelen tablaroca o cartón-yeso o quienes remueven asbesto; y los bomberos y
trabajadores de la industria automotriz también pueden estar expuestos a las
fibras de asbesto. No son muchos los estudios que evalúan los riesgos de los
mecánicos automotrices expuestos al asbesto porque reparan frenos; sin embargo,
las pruebas en general sugieren que no existe un grado seguro de exposición al
asbesto . Gracias a las normas gubernamentales y a mejores prácticas laborales,
los trabajadores hoy en día (sin exposición previa al asbesto) tienen menores
riesgos que quienes estuvieron expuestos en el pasado.
Las personas que participaron en el rescate, recuperación y limpieza del
lugar de los ataques terroristas el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres
Gemelas del World Trade Center (WTC) en la ciudad de Nueva York son otro
grupo con riesgo de contraer enfermedades relacionadas con el asbesto. Ya que
se usó el asbesto en la construcción de la Torre Norte del WTC, cuando sucedió
el ataque al edificio, centenares de toneladas de asbesto se esparcieron en la
atmosfera. Quienes tienen el riesgo mayor son los bomberos, los policías,
paramédicos, trabajadores de la construcción y voluntarios que trabajaron en
los escombros en Ground Zero, o Zona Cero. Otras personas con riesgo son
los residentes vecinos de las torres del WTC y quienes asistían a las escuelas
cercanas. Estos individuos necesitarán seguimiento para determinar las
consecuencias a largo plazo para la salud debidas a su exposición al asbesto .
Un estudio encontró que casi 70% de los trabajadores de rescate y
recuperación del WTC sufrieron síntomas respiratorios nuevos o agravados
mientras trabajaban en el lugar del WTC. El estudio describe los resultados del
WTC Worker and Volunteer Medical Screening Program, el cual fue
establecido para identificar y caracterizar los posibles efectos para la salud
de quienes prestaron auxilio relacionado con el WTC. El estudio encontró que
cerca de 28% de aquellos a quienes se hicieron las pruebas tuvieron resultados
anormales de función pulmonar y 61% de las personas sin problemas previos de
salud presentaron síntomas respiratorios. Sin embargo, es importante resaltar que estos síntomas pueden estar
relacionados con la exposición a los componentes de los escombros que no tienen
asbesto.
Aunque es claro que los riesgos para la salud por la exposición al
asbesto son mayores si la exposición es mayor y el tiempo de exposición es
mayor también, los investigadores han descubierto enfermedades relacionadas con
el asbesto en personas que estuvieron expuestas solo brevemente. Por lo
general, las personas que presentan enfermedades relacionadas con el asbesto no
muestran signos de la enfermedad por mucho tiempo después de la primera
exposición. Puede llevarse de 10 a 40 años o más para que aparezcan los
síntomas de un padecimiento relacionado con el asbesto.
Existen pruebas de que los familiares de los trabajadores expuestos a
mucho asbesto tienen un riesgo mayor de presentar mesotelioma. Se piensa que este riesgo es el resultado de la exposición a las
fibras de asbesto que llegaron a casa en los zapatos, en la ropa, la piel y el
cabello de los trabajadores. A fin de reducir esta exposición, las leyes
federales regulan las prácticas laborales para limitar la posibilidad de que
entre al hogar el asbesto en esa forma. Es posible que se requiera a algunos
empleados que se bañen y cambien de ropa antes de dejar el lugar de trabajo; que
guarden su ropa de vestir en un sitio separado de la zona de trabajo o que
laven la ropa de trabajo en casa aparte de toda la otra ropa.
También se han visto casos de mesotelioma en personas que no han estado
expuestas al asbesto en el trabajo pero que viven cerca de las minas de asbesto.
Factores de riesgo al presentar una enfermedad relacionada con el asbesto.
Varios factores pueden ayudar a determinar cómo afecta a un individuo la
exposición al asbesto :
- Dosis (a qué tanto asbesto
ha estado expuesta la persona).
- Duración (por cuánto tiempo
ha estado expuesta la persona).
- Tamaño, forma y composición
química de las fibras de asbesto.
- Fuente de exposición.
- Factores personales de
riesgo, como el tabaquismo y una enfermedad pulmonar pre-existente.
Aunque todas las clases de asbesto se consideran peligrosas, los
distintos tipos de fibras de asbesto pueden estar asociados con distintos
riesgos para la salud. Por ejemplo, los resultados de varios estudios sugieren
que el asbesto anfíbólico puede ser más peligroso que el crisótilo,
especialmente en relación con el riesgo de mesotelioma, porque suelen
permanecer en el pulmón por más tiempo .